Debemos estar sentados en una silla o en la posición seiza, relajados, con los ojos cerrados, teniendo en cuenta que la espalda debe estar lo más recta posible, y si lo necesitás poder apoyar la espalda sobre el respaldo de la silla o de una pared.
Tenemos que dejar ingresar la respiración por sí sola en el organismo, lo único que tenemos que tener en cuenta es respirar profundamente llevando el aire hacia el abdomen; si no lo puedes realizar, podés poner una mano sobre el vientre y llevar la respiración a ese lugar.
El sentido de ésta meditación es es poder potenciar nuestra energía y poder estar en un estado espiritual meditativo. Practicando todos los días en el horario que te sea cómodo durante 20 o 30 minutos, concentrandonos solamente en el punto en que se encuentran nuestros dedos medios y olvidarse de todo lo demás.
Cuando realicemos la meditación no hay que espantar los pensamientos que aparecen, hay que dejarlos, observarlos, reconocerlos y volver a prestar atención al punto que se encuentra nustros dedos del medio.
Con la meditación Gassho logramos por un lado efectuar una meditación y por otro nuestra gratitud al sostener nuestras manos a la altura del corazón.
Al juntar nuestras manos, estamos juntando el Sol, la Luna y todos los elementos (fuego, aire, agua, tierra, vacío), cerrando el círculo de ésta manera. El dedo del medio representa el fuego, y al llevar nuestra atención a él, acentuamos el aspecto fuego en la meditación, donde el consciente quema de ésta manera los elemnetos insconcientes.
Si nos cansa mantener las manos juntas a la altura del corazón, podemos llevarlas juntas apoyándolas sobre nuestras piernas, como así también, si nos incomoda mantenernos sentados en la misma posición tanto tiempo, podemos movernos lentamente y volvemos a llevar nuestra atención a la punta de los dedos.
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