Está
ubicado en el centro del pecho y es el punto de equilibrio perfecto que se crea
por la fusión de la Tierra y el Cielo. En éste centro se resuelve el dolor, la
pena, tensiones, enojos, miedos por ésta luz que invita a tener más perdón,
amor, paz y compasión en la vida. Una vez alcanzado éste equilibrio, los
problemas se manejan con facilidad y la energía no se desperdicia en la
preocupación o el miedo.
Para
percibir el Ki del Corazón, podemos efectuar el siguiente ejercicio:
-
pararnos en una posición
relajada pero consciente
-
abrir los brazos y
mantenerlos abiertos a la altura del corazón
-
separados del cuerpo como si
estuviéramos abrazando a un árbol
- agacharnos con esa postura
de los brazos, a la altura de las
rodillas y gradualmente agarrar la energía de la tierra, llevándola hacia
adentro a la altura del corazón
-
volvemos a abrir los brazos
y los llevamos extendidos hacia el cielo, juntando la energía celeste
- llevarla hacia la altura del
corazón hacia adentro del mismo, hasta que las manos queden a la altura del
corazón
- Repetir éstos movimientos
nueve veces.
Con
la práctica de éstas técnicas se enseña a cultivar mayores cantidades de Ki,
con el fin de mover el Ki para aliviar y limpiar todas las mochilas que
llevamos a cuestas. Con las prácticas el Ki del Cielo y de la Tierra se
fortalecen y se equilibran, y su conexión estimula el Ki del Corazón, pudiendo
colocar las manos sobre el cuerpo a fin de canalizar más Ki para sanar.
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