jueves, 30 de julio de 2015

REIJU - SINTONIZACION


Reijú (bendición espiritual) es un ritual que realiza un maestro sobre el alumno y es uno de los cinco elementos originales del sistema de Reiki.

Con la Reijú el maestro crea un lugar seguro para que el alumno extraiga todo el Ki que necesite para el cuerpo y dentro del sistema los alumnos deben recibir una cantidad mínima de Reijú de parte del maestro y cuanto más reciban mejor. En los círculos tradicionales suelen hacerse Reijú cada vez que se reúnen alumnos y maestros y suelen hacerlo una vez por semana ya que se lo considera como un apoyo en el viaje del alumno, una bendición.

La Reijú crea un estado de conciencia con compasión, de manera incondicional, sin aferrarse a ningún tipo de resultado, recordándonos el potencial ilimitado que tenemos, por eso lo podemos experimentar como algo especial.

La fuerza de la Reijú no está en el ritual en sí mismo, sino en el estado de ánimo del maestro y en éste estado el alumno extraerá un mayor beneficio de él. Para establecer éste estado de ánimo, el maestro debe enfocar su conciencia en la conexión dentro de su yo, con la energía de la habitación, el alumno y enfocarse bien  nivel universal.

El maestro debe desarrollar ésta conexión mediante la práctica de preparaciones japonesas, aquí les damos dos opciones de preparación, las que deberían practicar ambas a fin de descubrir la que más le ayude a conectarse mejor con la esencia interior.

 Preparación para Reijú Nº 1:

-         hacer la limpieza Kenyoku
-         practicar los seis principios para la preparación: conocer la técnica, sentado en la posición seiza, los ojos mirando al piso, liberar la tensión del cuerpo, llevar el enfoque mental al hara y colocar las manos en la posición gassho
-         bajar las manos a la altura del hara llevando las manos a la postura del mudra de la concentración (con las palmas hacia arriba, la mano derecha sobre la izquierda, tocándose los pulgares)
-         al mismo tiempo y con intención enfocar la mente en el hara, integrando cuerpo y mente
-         percibir el equilibrio que se crea dentro nuestro y enfocarse en el Símbolo Maestro japonés hasta sentir una fuerte conexión
-         volvemos las manos a la postura gashho.

Preparación para Reijú Nº 2:

-         hacer la limpieza Kenyoku
-         practicar los seis principios para la preparación: conocer la técnica, sentado en la posición seiza, los ojos mirando al piso, liberar la tensión del cuerpo, llevar el enfoque mental al hara y colocar las manos en la posición gassho
-         mantener la mente concentrada en el hara durante la preparación
-         sostener los brazos en “V” cerca de la cabeza y luego, abrirlos hacia los costados del cuerpo con las manos hacia arriba, experimentado la sensación del Ki que se mueve por la cabeza y los brazos y pasa por el cuerpo mientras lo limpia
-         baje los brazos abiertos a la altura de la cintura con las palmas hacia abajo y llévelos hacia el hara a la postura del mudra de concentración (con las palmas hacia arriba, la mano derecha sobre la izquierda, tocándose los pulgares)
-         sobre el hara hacer el mudra del sol percibiendo el Ki que se irradia desde el hara
-         llevar el mudra del sol desde el hara hacia arriba pasando por el corazón y llevarlo hasta arriba de nuestra cabeza
-         baje los brazos abiertos a la altura de la cintura con las palmas hacia abajo y llévelos hacia el hara a la postura del mudra de concentración (con las palmas hacia arriba, la mano derecha sobre la izquierda, tocándose los pulgares)
-         repetir el movimiento del mudra del sol, dos veces mas
al terminar llevar las manos a la postura gashho.

KI DEL CIELO


El Ki del Cielo se asocia a la cabeza, al poder acceder a ésta energía, los practicantes se tornan intuitivos y agudos, desarrollando la intuición y la agudeza mental, siendo posible experimentar colores o visiones cuando nos conectamos con ese centro.

Para percibir el Ki del Cielo, podemos efectuar el siguiente ejercicio:

-         pararnos en una posición relajada pero consciente
-         los pies separados a una distancia del ancho de las caderas
-         visualizar una esfera de energía brillante sobre nuestra cabeza (ésta esfera extrae energía del cielo)
-         al inhalar imaginemos que la esfera ingresa por nuestra coronilla, desciende hacia el corazón y luego al hara
-         al exhalar, llevar la esfera desde el hara, pasa por el corazón y sale por nuestra coronilla, hasta que quede por encima de nuestra cabeza
-         mantener la conexión con ésta esfera de energía celeste y repita nueve veces la respiración, con la visualización.

miércoles, 29 de julio de 2015

ELEMENTOS PARA DESARROLLAR UN BUEN PERFECCIONAMIENTO.


5 Elementos principales a desarrollar para recibir esta perfección según Mikao Usui


-         crear una práctica diaria utilizando los 5 principios (gassho + recitado)
-         recibir Reiju (bendición espiritual, sintonización) por lo menos mensualmente
-         realizar prácticas de ejercicios sobre uno mismo y sobre los demás
-         usar el Jumón Master ( nombre o mantra del símbolo)
estudiar las técnicas y repetirlas para profundizarlas y aplicarlas a la vida cotidiana

KI DE LA TIERRA


En Japón gozar de buena salud se traduce con tener buen ánimo y un espíritu vigoroso, mientras que un estado de salud débil se considera como una declinación ó como una pérdida espiritual y las primeras enseñanzas de Usui trabajaban con el espíritu.

Ki suele traducirse describirse como: energía, energía universal ó energía de la fuerza de vida

El Ki es una energía que no puede medirse ni contenerse, pero se puede cultivar y experimentar a través de la práctica de Reiki, éstas técnicas afectarán nuestras vidas y a su vez permitirán que el Ki fluya con mayor libertad y facilidad a través nuestro. Podemos damos cuenta que ésta conexión está siendo cultivada a través de mayor: paciencia, tranquilidad, aceptación, conocimiento interior y humildad.

Los dos componentes primarios del universo son el Ki de la Tierra y el Ki del Cielo, de la unión de éstas dos fuerzas nacen todas las cosas y para alcanzar un estado de equilibrio en la vida, es necesario que éstos elementos estén en equilibrio entre ellos.

El Ki de la Tierra representa el cuerpo y el Ki del Cielo representa la mente y para ver la conexión entre los dos el cuerpo se refleja en la mente y que nuestro modo de pensar y de sentir se refleja en nuestra postura y acciones físicas.

Juntos cuerpo y mente no crean solamente una sensación de equilibrio sino que estimulan un tercer componente primario, que es el Ki del Corazón, estos tres elementos forman los tres diamantes, éste diamante es tan filoso que puede cortar casi todo aquello a lo que nos aferramos y nos trae devuelta la esencia misma de la vida.

Ki de la Tierra

A unos 8 cm por debajo del ombligo (hara) se ubica el centro simbólico del Ki de la Tierra; éste contiene nuestra energía original, es la energía con la que nacemos. La función del hara es ofrecerle al practicante la base donde desarrollar el Ki. El Ki que emana de la tierra es pesado, poderoso y afirmado, es una fuerza que ofrece fortaleza física y mental. Estar afirmado significa sentirse fuerte, seguro y a salvo. Al trabajar con la conexión de nuestra energía de la tierra, se desarrolla la perseverancia y se estabiliza la mente, los pies se plantan con firmeza en la tierra, en una postura segura y estable, ayudando a manejar emociones tales como el miedo, la incertidumbre y la baja estima.

Para percibir el Ki de la Tierra, podemos efectuar el siguiente ejercicio:

-         pararnos en una posición relajada pero consciente
-         los pies separados a una distancia del ancho de las caderas
-         enfocar la conciencia en el centro de la tierra
-         imaginar que nuestro cuerpo se hunde hacia el centro de la tierra
-         visualizar el centro de la tierra frente a nosotros
-         de manera intuitiva conectarse con el centro de la tierra mediante nuestro hara
-      respirar de manera lenta y regular, al inhalar sentimos la energía de la tierra ingresando por nuestro hara, mantener esa conexión mientras liberamos lentamente el aire

Repetir nueve veces la inhalación y exhalación, para conectarnos con la esencia de la tierra.